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Hara

Diagnóstico Hará según el Shiatsu Zen




Hara en japonés quiere decir, literalmente, “abdomen”. Puede referirse a toda la zona abdominal, o más concretamente, a la zona por debajo del ombligo, donde los chinos localizan el Tan Tien. Hara también quiere decir “la intención verdadera”, a la hora de hacer algo.
Para los japoneses el Hara es el centro vital más importante en el cuerpo humano, es la fuente de la vida y el origen del Ki, y esto está presente de manera muy profunda y arraigada en su cultura. Trabajar “desde el Hara” es la forma correcta de enfocar la energía y la atención en aquello que estás trabajando. Si practicas algún arte marcial, como el aikido, sabrás perfectamente a qué me refiero. Pero el trabajar desde el Hara va más allá: desde abrir un bote de conserva o barrer el suelo de tu casa, hasta practicar caligrafía (shodō) o arreglo floral (ikebana), y por supuesto, practicar Shiatsu. Cualquier acción o gesto se vuelve más preciso, eficaz y consciente cuando se realiza desde el Hara y la atención.
Hoy me gustaría profundizar en el diagnóstico a través del Hara o abdomen, uno de los métodos diagnósticos más importantes en Japón. El diagnóstico Hara es un procedimiento complejo y sutil.                                                                                                                                                                    
Shizuto Masunaga, quien desarrolló el Zen Shiatsu, consideraba el Hara como el origen de todos los meridianos del cuerpo. A través de sus estudios y del trabajo constante con pacientes definió en el abdomen 12 zonas diagnósticas, correspondientes a los 12 meridianos principales. A través de la palpación de estas zonas, es posible encontrar los meridianos más Kyo y los más Jitsu, y así determinar la pauta de tratamiento.        
            El diagnóstico se ha de realizar en un estado de relajación y mente “en blanco”, con cierta ingenuidad (sin ninguna idea preconcebida, sin pretensiones), y con la respiración y la atención centrada en nuestro Hara. Nos situamos a la altura del Hara del paciente, y posamos una mano sobre su abdomen. Es importante observar (sin intentar cambiarlo) el estado de nuestra mente y nuestro Ki primero, y después contactar o “sintonizar” con el del paciente: todo nuestro cuerpo se convierte en una antena receptora de la información enviada por el cuerpo del paciente.
Buscamos contactar con el Ki y los meridianos, y no necesariamente con los órganos internos. Se palpan todas las áreas sin pararse a deliberar, con la mente abierta, atenta pero sin reflexionar. Después de palpar todas las zonas, nos preguntaremos: ¿cuál es el meridiano más Jitsu? ¿cuál es el más Kyo?    

Cualidades Jitsu: evidencia, actividad energética, sensación de presencia, de movimiento, reacción, resistencia activa, calor, pulsación, hormigueo en dedos, sensación de rechazo
Cualidades Kyo: oquedad, vacío, falta de energía, frío, inactividad, resistencia pasiva.

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